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En la octava versión del Festival de Cine Corto de Popayán, el largometraje se tomó la pantalla del Teatro Municipal Guillermo Valencia. Más de 100 asistentes disfrutaron de “Marimbula”, una producción dirigida por la vallecaucana Diana Kuellar que durante más de cuatro años fue testigo de encuentros y desencuentros entre el pueblo palenquero y africano.

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Al haber dedicado gran parte de su vida profesional a realizar documentales de denuncia, Diana motivada por la búsqueda, su hijo y las historias de pueblos soñadores, decide realizar el largometraje denominado “Marimbula”, Film que narra la ilusión que tienen dos jóvenes de Palenque de San Basilio de regresar a la tierra de sus ancestros. Andris y Gabriel emprenden un viaje hasta África acompañados de su marimbula (instrumento musical representativo de su territorio), buscando algún rastro de su héroe Benkos Biohó, pero todo se torna sombrío cuando a uno de los protagonistas y a todo el equipo de producción les es negada la visa.

Para la realizadora y productora Diana Kuellar, quien se desempeña actualmente como docente de la Universidad del Valle, es importante hacer énfasisimg_9754 en las acciones cotidianas que refleja la película, ya que es esa cotidianidad la que permite hacer reflexiones de la vida y su verdadero origen. “Nos vamos tras el origen pero no podemos llegar al origen porque el origen no es contemporáneo” Expresó Diana Kuellar

Durante el conversatorio tanto la directora como Gabriel Szollosy guionista y montajista del largometraje, se refirieron al cine como el reflejo de la condición humana, ya sea del autor o de la sociedad, pues desde su visión este funciona como catarsis de los miedos y como exploración social. Situación que refleja el cine colombiano actual, pues los jóvenes han propuesto nuevas estéticas que buscan diversas formas de contar, permitiendo que las producciones cinematográficas colombianas incursionen en el mundo.

img_9771“Enfrentarnos al fracaso nos permite evolucionar”, con estas palabras Diana Kuellar culminó el conversatorio haciendo una invitación a todos los asistentes del Festival Cine Corto de Popayán a que se arriesguen a producir, a intentarlo y a vencer el miedo, pues las mejores producciones cinematográficas se hacen desde la vida.