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“Los Nadie” formó parte de los largometrajes invitados a la octava versión del Festival de Cine Corto de Popayán.

 

La ópera prima de Juan Sebastián Mesa, un director antioqueño quien junto con Alexander Arbeláez, José Manuel Duque y la empresa Monociclo Cine, llevaron a cabo durante siete meses de preproducción, diez días y una noche de rodaje. “Hacer la película fue todo un reto, con un equipo de trabajo que se convirtió en una familia, la gente no cree que lo hayamos podido hacer en tan poco tiempo”, compartió el productor Arbeláez.

Protagonizada por actores naturales que el director halló en las calles de Medellín. Negando un sistema que los estaba negando, es como deciden revelarse, demostrando que hay nuevas formas de ver el mundo y de habitarlos.  Camilo, Mechas, Manu, Ana y Pipe interpretan como si fueran suyas, las historias de cinco jóvenes que haciendo malabares buscan conseguir dinero para hacer realidad el sueño que tienen en común de  viajar fuera por Suramérica.

Una película rodada en blanco y negro de 84 minutos, producción de 700 millones de pesos que salieron de fondos de Proimágenes, y de una serie de favores y alianzas con personas y empresas particulares, contagió a los payaneses en el cuarto día de actividades del  Festival de Cine Corto, con el deseo de libertad y la constante búsqueda de sentido que hacen que todos seamos Los Nadie.img_9911

La película se centra exclusivamente en los actores, pues el color genera demasiados distractores y la prioridad para el realizador no era el entorno ni resaltar los paisajes de la ciudad, sino capturar la esencia de las particularidades de cada personaje.

Más allá de la vida callejera, “Los Nadie” retrata con un poco de humor la vida familiar de sus protagonistas, con una banda sonora que va del punk a la plancha, la realidad de una Medellín con fronteras para los sueños. “La gente piensa que la violencia es algo físico y también hay otros tipos de violencia que están ahí latentes en nuestra cotidianidad y eso era lo que nos interesaba plasmar con nuestra película”, cuenta el cineasta colombiano.

Utilizando metáforas, se plasma esa idea de libertad en la película, en donde cada personaje no termina de entender hasta qué punto es necesario llegar para alcanzar la felicidad de sentirse libres lejos de casa, de alguna manera es un punto de referencia para salir de la zona de confort y moverse, “que se convirtiera en un sueño abstracto que así no necesariamente logren alcanzar, les permitiera por un momento abstraerse de ese mundo en el que viven y salgan a buscar algo nuevo”, es como se explican las características de los personajes.

Las cinco historias cuentan realidades que se entrecruzan en lazos familiares y aunque uno de los personajes no logre compartir la experiencia con sus amigos, el director comparte que: “me interesaba mucho poder plasmar a este personaje que sueña con cruzar muchas fronteras pero se queda en la primera, que es la de su barrio” representando las barreras invisibles que muchos no pueden atravesar, disfrazando realidades de los conflictos sociales que terminan con los sueños de aquellos que apuestan por un cambio de mentalidad.alexander-arbelaez-los-nadie-3

El nombre del filme viene de un poema de Eduardo Galeano titulado de la misma manera, en el que se habla de las personas invisibles de la vida cotidiana, como los artistas callejeros.

Finalmente, el director compartió que: “Víctor Gaviria es un referente para cualquier persona que quiera hacer cine en Colombia”, diciendo que la película tiene una mirada totalmente diferente al cine de los 80’ y lo que se buscaba con el proyecto era capturar la esencia natural del barrio y de cada uno de los espacios utilizados en la película, para que se convirtiera en historias verdaderas que los espectadores apropiaran como suyas.

Al finalizar, los aplausos se hicieron presentes como muestra de satisfacción de los espectadores que disfrutan de los espacios que abre el Festival para deleitarse del séptimo arte y apostar por una mirada diferente de la región. Y permitir que los realizadores que estuvieron en versiones anteriores, -como Juan Sebastián Mesa y Alexander Arbeláez- regresen con proyectos como este en el que demuestran que si es posible creer en el cine colombiano y que los festivales se convierten en parte importante de la formación de cada realizador.